OSLO, Noruega.- El Premio Nobel de la Paz recayó en la organización japonesa Nihon Hidankyo, que reagrupa a sobrevivientes de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki en 1945. El grupo, fundado en 1956, recibió la recompensa “por sus esfuerzos a favor de un mundo sin armas nucleares y por haber demostrado, con su testimonio, que no deben volver a utilizarse nunca más”, declaró el presidente del Comité Nobel noruego, Jørgen Watne Frydnes.

El copresidente de Nihon Hidankyo, Toshiyuki Mimaki, se mostró sorprendido al conocer que su organización fue recompensada. “Nunca soñé que esto podría suceder”, declaró emocionado en una rueda de prensa en Tokio.

El presidente del Comité Nobel consideró alarmante que el veto sobre el uso de armas nucleares, que se generó en respuesta a los bombardeos atómicos de agosto de 1945, esté ahora “sometido a presión”.

“El de este año es un premio que se centra en la necesidad de defender este veto nuclear. Y todos tenemos una responsabilidad, particularmente las potencias nucleares”, declaró Frydnes a los periodistas.

Casi 80 años después de los bombardeos atómicos en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, los últimos supervivientes de la doble tragedia, conocidos como “hibakusha”, siguen luchando para perpetuar la memoria y por la prohibición del arma nuclear.

Gaza, memoria de Japón

Mimaki consideró que la actual situación en la Franja de Gaza, escenario desde hace un año de una guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamas, es similar a la del Japón devastado por las bombas al final de la Segunda Guerra Mundial.

“En Gaza, (los padres) toman en sus brazos a niños ensangrentados. Es como en Japón hace 80 años”, declaró.

“Se ha dicho que gracias a las armas nucleares, el mundo mantiene la paz. Pero las armas nucleares pueden ser utilizadas por terroristas”, afirmó.

“Por ejemplo, si Rusia las usa contra Ucrania, o Israel contra Gaza, la cosa no terminará ahí. Los políticos deberían saber esas cosas”, insistió.

EMOCIÓN. El director de Nihon Hidankyo agradece el reconocimiento.

Moscú ha hecho uso reiterado de la amenaza del arma nuclear para intentar disuadir a los países occidentales de apoyar a Ucrania, que enfrenta la invasión rusa desde febrero de 2022.

Para los países occidentales la amenaza llega también de Corea del Norte, que multiplica los disparos de misiles balísticos, y de Irán, que presumiblemente busca dotarse del arma atómica, lo que Teherán desmiente.

El jefe de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, pidió que se eliminen las bombas nucleares, que describió como “artefactos de muerte”.

Estas armas representan “el mal absoluto”, insistió el alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui.

El Nobel de la Paz 2024 fue para Nihon Hidankyo, la organización japonesa que lucha contra las armas nucleares

El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, dijo que el premio es sumamente significativo. Según la la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, representa un poderoso mensaje. “El espectro de Hiroshima y Nagasaki todavía se cierne sobre lahumanidad. Esto hace que la acción de Nihon Hidankyo sea invaluable”, afirmó en X.

El fin de la civilización

En 2025 se cumplirán 80 años desde que las dos bombas atómicas estadounidenses mataran a unos 120.000 habitantes de Hiroshima y Nagasaki. Un número similar murió en los meses y años siguientes por quemaduras y heridas por radiación.

“Una guerra nuclear destruiría nuestra civilización”, apuntó el presidente del Comité Nobel, porque las armas nucleares actuales tienen mayor poder destructivo.

En enero, se contabilizaron 12.121 ojivas nucleares en el mundo, según el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz. Actualmente, nueve países poseen armas nucleares: Estados Unidos, Rusia, Francia, Reino Unido, China, India, Pakistán, Corea del Norte y, de manera no oficial, Israel.

Otros activistas y organizaciones recibiron el galardón. En 1975 el premio se otorgó al disidente soviético Andréi Sájarov y en 1985 lo ganó la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear. En 1995, fue para Joseph Rotblat y su movimiento Pugwash. En 2005, lo obtuvieron el Organismo Internacional de Energía Atómica y su director, Mohamed El Baradei. En 2017 fue para la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN).

Eliminación completa: son “artefactos de muerte que no traen seguridad ni protección”, dice Guterres

“Los supervivientes de Hiroshima y Nagasaki son testigos abnegados y conmovedores del terrorífico coste humano de las armas nucleares”, dijo el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, al reconocer el premio para la organización Nihon Hidankyo. “Es hora de que los líderes mundiales sean tan lúcidos como los hibakusha (los sobrevivientes) y vean a estas armas como lo que son: artefactos de muerte que no ofrecen seguridad ni protección. La única forma de eliminar la amenaza es eliminarlas por completo”, añadió.
El premio será presentado el 10 de diciembre, aniversario de la muerte en 1896 de su creador, el inventor sueco Alfred Nobel. El Nobel de la Paz es el único premio que se otorga en Oslo. El resto de las disciplinas se anuncia en Estocolmo. El premio va acompañado de una medalla de oro, un diploma y un cheque de un millón de dólares. Tras el anuncio, esta semana, de los premios de Medicina, Física, Química, Literatura y Paz, la sesión culminará el lunes con el Nobel de Economía.

Los ganadores de la última década 

2023 .- La defensora iraní de los derechos de la mujer Narges Mohammadi, encarcelada en Irán, “por su combate contra la opresión de las mujeres en Irán y su lucha por promover los derechos humanos y la libertad para todos”.

2022.- El activista bielorruso Ales Bialiatski, la ONG rusa Memorial y el Centro por las Libertades Civiles de Ucrania “por su esfuerzo para documentar crímenes de guerra, violaciones a derechos humanos y abusos de poder”.

2021.- Los periodistas Maria Ressa (Filipinas) y Dmitri Muratov (Rusia) “por sus esfuerzos para salvaguardar la libertad de expresión, que es una condición previa para la democracia y la paz duradera”.

2020.- El Programa Mundial de Alimentos de la ONU por “sus esfuerzos en la lucha contra el hambre, su contribución en las zonas de conflicto y por los esfuerzos para que el hambre no se convierta en un arma de guerra”.

2019.- Abiy Ahmed, primer ministro etíope, por la reconciliación entre su país y Eritrea.

2018.- El ginecólogo Denis Mukwege (República Democrática del Congo) y la yazidí Nadia Murad por sus esfuerzos contra la violencia sexual como arma de guerra.

2017.- La Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN) por su lucha para abolir este armamento.

2016.- Juan Manuel Santos por haber contribuido a poner fin a medio siglo de guerra interna en Colombia.

2015.- El Cuarteto para el Diálogo Nacional en Túnez, por su esfuerzo para salvar la transición democrática tunecina.

2014.- Malala Yousafzai (Pakistán) y Kailash Satyarthi (India) por su combate contra la explotación de los niños y jóvenes y por el derecho de todos a la educación.